“Cuando soplan vientos de tempestad unos corren a refugiarse y otros construyen molinos” Este proverbio holandés me sirve de inicio para resumir en pocas palabras lo que he podido conocer en esta experiencia por Extremadura a través del Programa Transforma.
He encontrado, sobre todo, empresarios que construyen o están dispuestos a construir molinos. Bien por la necesidad o más bien –diría yo- por su carácter recio y tenaz, los emprendedores y empresarios extremeños que he tenido el privilegio de conocer no son de los que se refugian ante las tempestades.
En las sesiones que he compartido en Moraleja, Cáceres, Miajadas, Almendralejo y Mérida, he encontrado un clima propicio para la transformación del sector empresarial en nuestros pueblos. En mi opinión, los encuentros han servido, en buena medida, para que muchos de ellos amplíen el concepto cerrado que tenían de la innovación.
Algunos se han dado cuenta de que ya estaban innovando, otros de las posibilidades que tienen para innovar y todos han coincidido –tras esta formación- en que las ventajas y los márgenes de crecimiento que la innovación ofrece son inmensos.
Muchos han descubierto cómo dirigir mejor a sus equipos, cómo conseguir mantenerlos motivados o que se comprometan en el proyecto. Y es que, en cada una de las sesiones, los participantes han sido capaces de hacer planteamientos nuevos para encontrar soluciones innovadoras tanto a problemas insólitos como a los contratiempos diarios y más comunes.
Y me gustaría compartir con vosotros una impresión que debe hacernos reflexionar y llevarnos a la acción. Algo más del 30% de los emprendedores que han asistido a este programa, en concreto al área que yo impartía, estaban ya inmersos en procesos de innovación y ese 30%, -estoy convencido- ha sido capaz de contagiar al resto de los participantes.
Se ha conseguido crear el ambiente más propicio para el diálogo, para la puesta en común de experiencias y proyectos, la búsqueda de soluciones entre todos y en equipo y se ha dado un salto significativo en la dirección correcta.
Pero ese salto puntual no hace camino. La constancia en la transformación y en la innovación en procesos, productos y liderazgos debe ser una actitud diaria. Acciones como el Programa Transforma ayudan al emprendedor a mantener esa perseverancia y a no perder la perspectiva. Además, contribuye al contagio de actitudes positivas entre los participantes, a sentirse acompañados en sus retos y, en definitiva, a sobrevivir y a crecer.
Quiero dar las gracias a todos y cada uno de los emprendedores y empresarios extremeños que han compartido conmigo esta experiencia. Han sido una fotografía perfecta de la situación en la que está nuestro tejido empresarial y esa fotografía no se corresponde con las imágenes que me llegan por otras vías de este sector. Aquí hay mucho talento, hay muchas ilusión, muchas ganas de aprender, de innovar y de construir molinos aprovechando tempestades.
Autor: Boris Vásquez Carbonell, coach ACC-ICF, de la empresa Tres Talentos, especialistas en innovación de las organizaciones